Cuentan que en enero de 1687, en la región belga de Malinas, un hombre ebrio creyó ver un incendio en la torre de San Rumoldo y empezó a gritar: «¡Fuego, se quema la torre!». Pero cuando los vecinos acudieron a ayudar, resultó que las llamas eran los destellos de una gran luna llena roja.
Descubrimos su alma
El sobrenombre que se ganaron los habitantes de esa región aquel día también da nombre a nuestro cliente: «Maneblusser» (‘apagalunas’).
Como los bomberos malinenses no tuvieron trabajo esa noche, en Ideliq retratamos a uno de ellos encima del tirador de la marca llevando un cubo lleno de cervezas y dispuesto a celebrar la falsa alarma.